El origen
de las celebraciones de ritos en el mes de diciembre
comienza con nuestros antepasados, quienes festejaban
la llegada del solsticio de invierno. En esta
época, cuando la luz es más brillante,
la magia de la naturaleza induce a las culturas
a realizar rituales cargados de poder para invocar
salud, prosperidad y protección para recibir
al nuevo año.
Esta festividad es hoy una exaltación
de unidad familiar, donde las personas se reúnen
para compartir en la mesa con un plato especial
y practicar algún rito que conmemore la
ocasión. Aunque la superstición
es criticada como señal de ignorancia,
estas costumbres son aceptadas por la sociedad.
Si quieres agregarle un toque
mágico para recibir tu nuevo año,
aquí colocamos una lista de las prácticas
más arraigadas:
Las doce uvas: Cada persona
debe comerse las uvas antes de las doce de la
noche, si es posible una por campanada y pedir
un deseo distinto en cada bocado, nada fácil,
¿no?
Comer lentejas: Para llamar
la fortuna y la prosperidad muchos venezolanos
comen un plato de lentejas. Hay quienes se conforman
con una cucharada para poder degustar de la cena
en la noche.
Usar ropa interior amarilla:
El uso del color amarillo busca atraer las buenas
energías para el año entrante.
Más dinero: Hay
quienes para garantizar la disposición
monetaria reciben el año con un manojo
de billetes entre sus manos.
Viajes: Para realizar el
viaje de sus sueños algunas personas sale
de su casa después de las doce con las
maletas o bolsos de mano.
Espigas: El uso de espigas
para adornar la casa traerá paz y buena
suerte para los miembros del hogar.
Velas: También es
frecuente el uso de una vela encendida para recibir
el año y garantizar armonía y paz
en el hogar.
Piedras: En muchos hogares
se escogen tres pequeñas piedras que simbolizan
salud, amor y dinero.
Purificar el alma: Darse
un baño de esencias para purificar el alma
y recibir el año ligero, se ha puesto de
moda con la entrada del nuevo milenio. Existe
diversidad de aromas para cada caso y los más
recomendados son: mandarina para la prosperidad
y el dinero, rosas para el amor, y sándalo
para limpiar las energías negativas.
Siempre que exista fe y buena
voluntad se pueden hacer todos los ritos para
atraer las energías positivas. Claro,
esta práctica no garantiza que nuestros
deseos se cumplan, pero tendremos un buen ánimo
para comenzar un nuevo año con buen pie.
Sabías que
Las
doce uvas que se comen junto a las doce campanadas,
es un hábito que surge en los años
20 cuando unos vinateros catalanes necesitaban
desprenderse de un excedente de uvas, hoy se practica
como un ritual mágico que asegura un año
próspero y abundante.
(Fuente: Mipunto.com)
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