Ir a la página principal de metodopilates.net
Ir a la página principal de Metodopilates.net
Haz click aquí para mantenerte informado sobre todas nuestras novedades y ofertas
 

4- Mímate este verano, practica el Automasaje

Los masajes alivian dolores posturales y los producidos por el estrés, activan la circulación y relajan. En este artículo te explicamos cómo puedes masajearte tú mismo/a. Para ello no necesitas aparatos ni equipamiento especial, tan sólo tus maravillosas manos.

La piel es el órgano más extendido de nuestro cuerpo, el que establece el contacto con el mundo exterior. Una gran cantidad de sensaciones son percibidas a través de la piel: frío, calor, suavidad y también dolor.
Cuando algo nos duele, el primer impulso es tocar o frotar esa zona ya que realmente las manos pueden ayudarnos, a través de la piel, a que nos sintamos mejor. Mediante su contacto, el dolor se alivia, los músculos se relajan y así se recompone el equilibrio.

Como su nombre indica, el Automasaje es un masaje realizado por uno mismo. Consiste en amasar nuestro cuerpo con maniobras más o menos intensas, dependiendo de las zonas corporales y molestias que tengamos. Cuando encontramos un punto doloroso debido a una contractura, respiramos y mientras presionamos exhalamos.

El automasaje puede llevarse a cabo valiéndose de instrumentos como bolas de madera, rodillo, toallas, etc., pero hacerlo con la sola ayuda de nuestras manos nos ayudará a conocer nuestro propio cuerpo. La variación de sensibilidad, de calor y de grosor en la piel y tejidos musculares, según la zona del cuerpo, hace que explorarlo sea una experiencia muy relajante.

Para realizar el auto-masaje podemos hacerlo sin aplicar nada en la piel, simplemente realizando presiones buscando puntos dolorosos para relajar la zona. Pero también podemos aplicar algún tipo de crema o aceite para el mejor deslizamiento de las manos, y realizar movimientos circulares amasando todos los músculos del cuerpo, eliminando así las tensiones que podamos tener. También podemos realizarlo de la misma forma pero en la ducha con agua caliente, siendo especialmente relajante al llegar a casa después de una dura jornada de trabajo o estudio.

Los beneficios del automasaje son varios, pero principalmente ayuda a superar contracturas y tensiones en cualquier momento del día, mejora la circulación a aquellas personas que se pasan el día sentadas, o a personas que pasan muchas horas de pie, previniendo las varices, piernas cansadas, activando la circulación de retorno haciendo pasos ascendentes como si quisiéramos vaciar una manguera de agua presionando en brazalete en dirección al corazón.

Si bien un masaje puede hacerse en cualquier ambiente, para aprovechar completamente sus beneficios es recomendable tener en cuenta:

  • El momento:
    Es ideal la hora del atardecer cuando se llega a casa o ya se han terminado la mayor parte de las tareas, especialmentel después de una ducha porque así los aceites permanecen más tiempo en la piel.

  • El ambiente:
    Lo más recomendable es realizarlo en una habitación tranquila y silenciosa, en penumbras. Además, se puede acompañar el momento con incienso o velas perfumadas y escuchar música suave.


CÓMO REALIZAR UN BUEN AUTOMASAJE:

El masaje ha de realizarse siempre siguiendo un orden
, por ejemplo, de abajo para arriba si es al comenzar el día, para mejorar la circulación siempre hacia el corazón, favoreciendo el retorno.

  • Pies:
    Los pies son como un mapa de todo el cuerpo y masajearlos es beneficiar a todo el organismo. Para ello se usan las yemas de los pulgares y los nudillos, con las manos cerradas. También pueden usarse rodillos y bolitas de madera.
    Para masajearlos siéntate en una silla de altura tal que sus pies queden firmemente apoyados y con las piernas formando un ángulo de 90°. Colocaun tobillo sobre la rodilla contraria (derecho sobre izquierda y viceversa) e inclínate hacia el pie mientras lo masajeas con las manos.
    Cubreel pie con ellas y desliza, con presiones suaves, las yemas de los pulgares del talón a la punta. Permanece atento/a a la espalda que debe estar inclinada pero recta y relajada.

  • Tobillos:
    Son una zona muy importante desde el punto de vista de la circulación y de las articulaciones. Para masajearlos siéntate en una silla, ocupando sólo la mitad del asiento, y flexiona la pierna hacia delante, formando un ángulo de 45°. El pie debe quedar a media altura entre el suelo y el asiento de la silla. Desde allí desliza las manos de los tobillos al empeine de 3 a 6 veces. Después dibuja círculos con los pulgares. Termina el masaje presionando los tobillos unos segundos. Otra persona puede realizar los mismos movimientos, sentado enfrente tuyo. En este caso, el masaje termina rodeando los tobillos con la mano y apretándolos con fuerza.

  • Rodillas:
    La parte posterior de la rodilla es una zona olvidada aunque allí hay gran cantidad de terminaciones nerviosas. El masaje hará circular los líquidos que se estancan en la zona, con muchos vasos linfáticos.
    Para ello, permanece en la misma posición que para el masaje de tobillos de tal modo que el pie debe quede a media altura entre el suelo y el asiento de la silla. Si tienes ayuda de otra persona, acuéstate boca a bajo, con un almohadón bajo la zona del vientre para no forzar la columna y pide que te presionen varias veces la parte de atrás de las rodillas, con el dorso de los dedos y con movimientos cortos.

  • Espalda:
    Extiende una mano a cada lado de columna, en la zona lumbar, y presiona con suavidad haciendo movimientos cortos hacia arriba y hacia abajo.
    Para la zona lumbar conviene frotar con fuerza con el dorso de las manos, haciendo presión en función de la masa muscular de cada uno con los nudillos
    Para el resto de la espalda puedes pedir ayuda a alguien, de tal modo que te puedan masajear con las dos manos al mismo tiempo de abajo hacia arriba. Las manos deben estar abiertas de modo que el dedo pulgar quede perpendicular al índice. Al terminar, se presiona suavemente a los costados de la columna, a unos 2 cm de distancia, sin aplastar nunca las vértebras, porque se podrían producir lesiones, algunas serias.

  • Abdomen:
    Tumbado/a boca arriba en una colchoneta, una alfombra gruesa o en la cama (si el colchón no es muy blando), flexiona las piernas y sitúa las manos planas sobre tu abdomen, una frente a otra, y presiona la zona con movimientos intermitentes. Sube las manos hacia el esternón y baja hacia el ombligo y el bajo vientre, ejerciendo distintas presiones para favorecer los órganos internos. Estos masajes regularizan el tránsito intestinal y la retención de líquidos.
    También para relajar tu abdomen puedes realizar amasamientos y fricciones sobre tu abdomen, pero siempre en el sentido de las agujas del reloj.

  • Hombros, brazos y manos:
    Para masajear los hombros coloca las manos sobre ellos y realiza fricciones circulares y envolventes. Una vez eliminadas las tensiones de los hombros, enlaza este mismo movimiento con los brazos y baja suavemente hasta llegar a las manos.
    Sobre la mano realiza movimientos envolventes alrededor de toda la mano, y al llegar a los dedos haz un pequeño estiramiento sobre cada uno de los dedos.

  • Cuello:
    Sobre el cuello presiona, amasa y fricciona aquellos puntos dolorosos que notes con más tensión, para pasar más tarde a la cabeza.
    También puede realizarte otra persona el siguiente masaje: Se realiza con cuatro dedos en posición plana, a modo de espátula, que se deslizan desde la base del cuello hasta la curva de los hombros. Los movimientos deben ser similares a los de amasar de tal modo que calienten los músculos y los desbloqueen. Los efectos de estos masajes se potencian sí se suma un aceite relajante.

  • Cabeza:
    El solo hecho de acariciarse el pelo, relaja. El Ayurveda, la antigua ciencia médica india, se basa en masajes hechos en el cráneo con aceite de sésamo tibio. Para masajear esta zona pasa tus dedos por el cuero cabelludo desde la frente hacia la nuca, de los laterales al centro y de arriba abajo. También puedes realizar una ligera presión con las yemas de los dedos sobre el cuero cabelludo, con movimientos circulares y terminar con el mismo movimiento circular sobre las sienes.
    Si tienes alguien que te ayude, indícale que se siente detrás de tí y que te pase los dedos por la cabeza como si estuviera rastrillando.

  • Orejas:
    La acupuntura reconoce en el pabellón de la oreja puntos que, si son estimulados adecuadamente, benefician distintos órganos del cuerpo.
    Con los ojos cerrados, tira suavemente de los lóbulos hacia abajo. Después traza pequeños círculos con las yemas de los dedos detrás de las orejas.

Para finalizar tu masaje, túmbate tranquilamente unos minutos haciendo respiraciones profundas para integrar suavemente la experiencia corporal.

(Fuentes: Revista Mía y Centro de Recuperación Corporal Avanluz)


Para información completa sobre el Método Pilates y clases disponibles visita nuestra web
www.metodopilates.net
Contáctanos aquí
Diseño web: WebRoot