Lamentablemente vivimos
en una sociedad imperantemente estresante, donde
se requiere contínuamente nuestra atención
y el bien llevar de nuestras responsabilidades.
Toda esa tensión que soportamos se va acumulando
en nuestro cuerpo quien de alguna manera intenta
que se elimine. Lo más común suele
ser dirigir toda esa tensión hacia nuestros
hombros y cuello, agarrotándolos de tal
manera que si te los tocas notarás casi
una piedra. Lo mejor para relajar estas zonas
es tratarlas mediante masajes, pero debido a la
escasez de tiempo que todos solemos sufrir, te
proponemos un ejercicio muy sencillo, pero muy
eficaz, que podrás utilizar en cualquier
parte y en cualquier momento en el que notes que
la tensión se vuelve a apoderar de tu cuerpo:
Antes de comenzar, es aconsejable
que busques una posición cómoda
para realizar el ejercicio. Puedes hacerlo de
pie o sentado, como a ti mejor te convenga.
- Después relaja la
parte alta de tu cuerpo dejando los hombros
y brazos caídos con la espalda recta.
Si estás muy tenso, este simple movimiento
puede llevarte un rato. Se trata de que procures
relajar y estirar esa parte del cuerpo. Tómate
el tiempo que necesites para ello. Cierra
los ojos y realiza todo el ejercicio con los
ojos cerrados.
- Una vez que ya tengas los hombros
y brazos caídos, ve girando poco a
poco la cabeza hacia la derecha, como si
quisieras ver algo en esa dirección,
pero sin inclinarla hacia los lados. Procura
que el movimiento sea lento y recto. Cuando
hayas llegado tu límite derecho (sin
forzar), mantén la posición
de la cabeza y cuenta hasta 10.
- Después vuelve la
cabeza lentamente hacia el centro. Mantén
la cabeza en el centro relajada mientras cuentas
hasta 5.
- A continuación repite
el proceso de girar lentamente la cabeza,
pero esta vez hacia la izquierda. Una vez
que hayas llegado a tu límite (sin forzar)
mantén la posición de la cabeza
mientras cuentas hasta 10.
- Después vuelve lentamente
hacia el centro. Una vez llegado de nuevo al
centro mantén la posición hasta
contar 5.
- Ahora suelta tu cabeza lentamente
hacia abajo. Recuerda hacerlo despacio.
Cuando hayas llegado a tu posición límite
(sin forzar) mantén la posición
mientras cuentas hasta 10.
- Después vuelve lentamente
al centro. De nuevo en el centro mantén
la posición mientras cuentas hasta 5.
- Ahora dirige muy despacio
la cabeza hacia atrás hasta llegar
a tu límite (sin forzar) y cuando hayas
llegado abre la boca de manera que te
sientas cómodo. Después mantén
la posición mientras cuentas hasta 10.
- Cuando termines, cierra
la boca y vuelve al centro. De nuevo en el centro
mantén la posición y cuenta hasta
5.
Ahora céntrate en tus
hombros (que deberían seguir caídos
y relajados). Para ello respira profundamente
tres veces y comienza a realizar este ejercicio:
- Levanta los hombros
lo que puedas (sin forzar) y comienza a realizar
rotaciones giratorias hacia adelante y despacio.
Realiza 10 rotaciones.
- Cuando hayas terminado vuelve
a dejar los hombros caídos y relajados
mientras cuentas hasta 5.
- Después vuelve a respirar
profundamente tres veces.
- Ahora realiza el mismo movimiento
con los hombros que hiciste antes, pero ahora
las rotaciones giratorias serán hacia
atrás. Realiza 10 rotaciones.
- Cuando hayas terminado vuelve
a dejar los hombros caídos y relajados
mientras cuentas hasta 5.
- Para terminar, ve levantando
los brazos hacia arriba hasta tenerlos completamente
estirados, y junta las manos por encima de tu
cabeza mientras cuentas hasta 10.
- Después regresa los
brazos hacia abajo lentamente y retoma una posición
normal. Respira de nuevo profundamente
tres veces.
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