Cada primero de año, especialmente
después de los excesos de las fiestas navideñas,
fin de año, Año Nuevo y Reyes, casi
todos hacemos propósitos de enmienda y
nos planteamos perder peso de inmediato. Un propósito
que no debiera quedarse en proyecto porque según
recientes estudios más del 30% de la gente
tiene problemas de obesidad y más de la
tercera parte presentan sobrepeso. Pero tan
importante como perder peso es desintoxicar nuestro
organismo al que, en estas fechas, sometemos a
más de un peligroso exceso.
En general comemos mal y nos movemos mucho menos
de lo que nos haría falta. Y este es un
problema que las sociedades ricas pagan con el
aumento de las enfermedades cardiovasculares,
auténtica plaga de nuestros tiempos. Por
eso es bueno plantearnos de manera seria esos
vagos propósitos que generalmente nos formulamos
siempre tras los excesos navideños. Porque
se trata de fechas en las que generalmente las
comidas son abundantes y se abusa de los embutidos,
los entrantes grasos, la carne, las salsas, el
pescado graso, los fritos, el jamón, el
queso, los frutos secos, los dulces, los pasteles,
las tartas, los bombones, los mazapanes, las tortas,
las peladillas, los turrones, las confituras y
los helados - entre otros muchos productos propios
de esas fechas como los roscones de reyes- sin
olvidar el vino, la cerveza, los refrescos azucarados
con gas y todo tipo de bebidas alcohólicas.
A lo que hay que añadir el exceso de marisco
en muchas mesas así como el de café
y té bien cargados para aguantar las noches
de juerga.
Consecuencia de todo lo cual suele ser la ingesta
excesiva de grasa, azúcar, alcohol y todo
tipo de excitantes... con el riesgo evidente de
acumular en el organismo toxinas, colesterol y
ácido úrico, elementos que pueden
agravar o dar lugar a problemas de sobrepeso,
obesidad, aterosclerosis, problemas cardiovasculares,
diabetes, gota, etc.
En este sentido, una buena medida preventiva sería
ingerir con las comidas alimentos saciantes o
que impidan la absorción de las grasas.
Por ejemplo, el conocido absorbitol, mezcla de
chitosan y vitamina C.
Y eso que el equilibrio orgánico se consigue
de una manera muy simple: comiendo menos y moviéndose
más. Claro que, como suele ser difícil
plantearse cambios de hábitos bruscos,
bien está empezar por una cura de desintoxicación
para, después, plantearse un sistema de
adelgazamiento. Y, por supuesto, hacer un hueco
para caminar al menos una hora todos los días.
Algunas sugerencias para desintoxicar tu organismo
son:
LA CURA CON SIROPE DE SAVIA Y LIMÓN:
La llamada cura con sirope de savia y limón
no constituye una forma de alimentación
por lo que no debe seguirse más que durante
un pequeño periodo que, como norma, debe
estar entre los siete y los diez días.
Tiempo más que suficiente, en general,
para desintoxicarse y eliminar buena parte de
los depósitos de grasa acumulados en el
cuerpo.
¿En qué consiste? Es sencillo: se
trata de ingerir exclusivamente durante ese tiempo
-7 o 10 días- un preparado elaborado a
base de sirope de savia y palma mezclado con zumo
de limón y agua al que se añade
un poco de canela y una pizca de cayena picante.
Mezcla que será nuestro único alimento
durante esos días si bien podemos tomar,
paralelamente, algunas infusiones.
La ventaja que tiene este sistema de desintoxicación
es que quita la sensación subjetiva de
hambre y que, en el tiempo de la cura, se pierde
peso, incluso hasta 5 o 6 kgs. Y lo más
importante: no sólo no se sentirá
cansado sino que comprobará que tiene más
energía. Incluso se sentirá más
ligero y dormirá mejor.
La razón es simple: la mezcla contiene
la mayor parte de las vitaminas, minerales (potasio,
sodio, calcio, magnesio, zinc, manganeso y hierro),
enzimas y demás oligoelementos que el organismo
necesita.
La grasa, obviamente, la sacará de los
depósitos acumulados en el cuerpo, quemándolos.
Y en cuanto a los hidratos de carbono del sirope
de savia -fructosa y glucosa- son naturales porque
no contiene azúcar artificial alguno. Por
otra parte, el limón -también importante
fuente de minerales y vitaminas, especialmente
de la C- es un antioxidante natural que ayuda
en la eliminación de los depósitos
grasos y mejora la actividad del metabolismo.
Además de ser un buen diurético.
En cuanto a la cayena, además de contrarrestar
el fuerte sabor dulzón del sirope de savia
es una buena fuente de vitaminas del complejo
B, disuelve flemas y regenera la sangre.
Para preparar esta cura de sirope de salvia y
limón utilice una botella de litro y medio
o dos de vidrio o plástico. Tras lavar
bien su interior, use un embudo y vierta en ella
el contenido de 14 cucharadas soperas grandes
de sirope de savia de arce y palma. A continuación
exprima cuatro limones grandes y eche el zumo
en la botella. Después añada una
pizca de cayena picante molida (la puntita de
una cucharadita de café). Para terminar,
y a fin de darle un toque de sabor, puede añadir
media cucharadita de café de canela en
polvo. Rellene después el resto de la botella
de agua y agite fuertemente la mezcla. Tendrá
así preparada su "comida" para
todo el día.
LA CURA DEL DOCTOR ANEMULLER:
La cura de desintoxicación del doctor alemán
Anemueller es otro buen método de limpieza
del organismo.
Consiste en una dieta baja en calorías
que se combina con un cóctel de plantas
medicinales de efecto depurativo y estimulante
de los procesos metabólicos del organismo.
Para hacer esta cura -que debe durar 12 días-
basta con tomar menos de 1.000 kilocalorías
diarias e ingerir al menos dos litros de líquido
al día (en forma de agua o de infusiones
no azucaradas).
A esto hay que añadir la ingesta -con el
desayuno y la cena- de un cóctel de los
siguientes zumos:
- Zumo de alcachofa:
Este jugo estimula la función de los
órganos de la digestión, aumenta
la producción de bilis y mejora el metabolismo
de la colesterina y de las grasas reduciendo
los niveles de triglicéridos y de colesterol
"malo". También tiene efectos
favorables en perturbaciones como flatulencia,
náuseas, mareos, jaqueca, diarrea y estreñimiento.
- Zumo de ortiga:
Estimula la diuresis y la eliminación
de las impurezas, depura la sangre y aumenta
el matabolismo basal.
- Zumo de patata:
Contribuye a desacidificar el organismo.
- Zumo de tomate con pectina
de manzana:
Además de neutralizar los ácidos
esta mezcla actúa como material de arrastre
limpiando el tracto intestinal. Asimismo, aporta
vitaminas y minerales a la dieta.
- Té de rooibos:
Posee un alto contenido en hierro, es un magnífico
neutralizador de los radicales libres y tiene
excelentes propiedades vasculares, cutáneas
y antialérgicas.
LO MEJOR PARA EQUILIBRAR TU
DIETA
Lamentableblemente, lo habitual es que, una vez
desintoxicado el organismo, se vuelva los viejos
hábitos de comida. sin embargo, la bollería,
la comida rápida y la alimentación
a base de bocadillos, hamburguesas o pizzas junto
al sedentarismo puede llevarnos rápidamente
de nuevo a la situación de sobrepeso y
aún de auténtica obesidad. Por ello
ahora es el momento oportuno para poder mejorar
tu salud mediante la introducción de pequeños
cambios en tu estilo de vida y nutrición.
Adoptar buenos hábitos alimenticios no
sólo ayuda a prevenir el sobrepeso sino
que también contribuye a prevenir o mejorar
enfermedades del corazón, diabetes, algunos
tipos de cáncer, y la alta presión
de la sangre.
Para llevar una dieta saludable
es necesario que abandones la comida rápida
y que aumentes la variedad de alimentos que forman
parte de tu dieta. Ten en cuenta que tu cuerpo
necesita energía y también vitaminas
y minerales para tener buena salud. Los alimentos
nutritivos te ofrecen vitaminas y minerales en
adición a darte energía, sin embargo
los alimentos que son considerados no saludables
o poco saludables regularmente tienen gran cantidad
de calorías (energía) pero tienen
poco valor nutritivo.
Algunos alimentos saludables que
deberías incluir en tu dieta son:
- Frutas frescas y vegetales:
Son ricas en fibra, vitaminas y minerales. Una
manera de incrementar tu consumo de frutas y
vegetales es de comerlas entre comidas como
snacks.
- Productos lácteos: Ofrecen
proteína y calcio en tu dieta. Los productos
lácteos normales contienen grandes cantidades
de grasas y calorías, por ello deberías
escoger productos lácteos que son bajo
en grasas o sin grasa. Si no eres capaz de comer
productos lácteos, puedes obtener el
calcio que necesitas a través de otras
fuentes nutritivas tal como semillas de sésamo,
brécol, espinacas, higos, leche y productos
de soja como tofu...etc
- Carnes, pescado, legumbres,
nueces, almendras y huevos: Son alimentos con
un alto contenido de proteínas, vitaminas,
y minerales los cuales ayudan a formar los músculos
y a mantener el cuerpo fuerte. De nuevo aquí
es recomenadable buscar las opciones bajas en
grasas.
- Cereales y semillas, pan, pasta,
arroz y vegetales ricos es hidratos como las
patatas: Estos alimentos proporcionan energía,
fibra, vitaminas, y minerales. Un buen hábito
alimenticio consiste en introducir en nuestra
dieta el consumo de cereales enteros (naturales).
Además de aumentar la variedad
de alimentos que forman parte de tu dieta, aquí
tienes algunos consejos alimenticios que contribuirán
a equilibrar tu dieta y a que tu organismo aproveche
mejor los alimentos:
- Elimina ideas erróneas
sobre la alimentación: Por ejemplo, pensar
que la cena debe ser eliminada, o que es mejor
no comer si no se tiene hambre es falso. Las
tres comidas son igualmente importantes e incluso
se recomienda ingerir alimentos saludables entre
comidas.
- Desecha la idea de que sólo
las delgadas son felices: Estás totalmente
equivocada si piensas que sólo las personas
delgadas son amadas por los demás. Ama
a las personas por quienes son, y no las critiques
ni alabes por su peso.
- Fomenta la interacción
familiar: Evita comer frente a la televisión,
leyendo, trabajando o con otras distracciones.
- Promueve un buen ambiente:
Durante las comidas mantén siempre conversaciones
amenas y no permitas que la comida sea la hora
de las quejas o las agresiones.
- Come si tienes hambre: No utilices
la comida para controlar tus emociones negativas
como el enojo, ni positivas como la felicidad.
Aunque el dicho dice que las penas con
pan son menos lo cierto es que el pan
no ayuda a resolver los problemas.
- Acostúmbrate a comer
lentamente: Mastica cada bocado al menos 20
veces, así comerás menos, saborearás
más los alimentos y facilitarás
tu proceso digestivo.
- Evita el consumo de comidas
rápidas: Las pizzas, hamburguesas, patatas,
pollo frito, etc., son muy altas en contenido
de grasa y sal.
- Limita tu consumo de alimentos
con azúcar: El azúcar no es nutritiva,
no aporta nada más que calorías,
contribuye a la obesidad, a la diabetes y a
las caries dentales, y usualmente se encuentra
en alimentos altos en grasa.
- Fomenta los buenos hábitos
de alimentación en tu familia e intenta
modificar los que sean incorrectos, mediante
una alimentación saludable y equilibrada,
así disminuirás el riesgo de sufrir
enfermedades.
(Fuente:
Alimentación
Sana & Esmas.com )
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