El Lumbago es una de las 5 causas
de ausentismo laboral más frecuentes en
nuestro país y en el mundo, mas del 80%
de las personas padecerán de lumbago al
menos una vez en la vida. Sus causas son múltiples,
sin embargo la mayoría de ellas están
relacionadas con afecciones del sistema músculo-esquelético
y obedecen al poco cuidado que damos a nuestra
columna vertebral, base de soporte de todo
nuestro cuerpo y base de palanca de la mayoría
de los movimientos corporales.
Cuando caminamos, nos sentamos,
levantamos peso..etc. lo hacemos utilizando músculos
motores. Sin embargo, para que esos músculos
puedan actuar, hay otros músculos que mantienen
la posición de las articulaciones y en
especial de la columna, estos son los músculos
estabilizadores, los cuales se activan solos,
sin que seamos concientes de ello.
No obstante, el sobreuso de los músculos
motores y en ocasiones su uso de forma muy desequilibrada,
usando siempre los mismos músculos en detrimento
de otros que no usamos nunca, hace que nuestras
articulaciones aumenten en movilidad pero disminuyan
en estabilidad. De este modo, los músculos
estabilizadores se van debilitando y los huesos
que forman las articulaciones comienzan a perder
la relación constante que deben mantener
entre sí, lo cual genera la apareción
primero de los dolores y contracturas musculares,
y luego las alteraciones degenerativas de los
huesos, cartílagos, tendones y ligamentos.
Cuando estas alteraciones se producen en la columna
vertebral, la dolencia se denomina de diferentes
maneras según sea la estructura afectada:
Discopatías degenerativas cuando son los
discos intervertebrales los afectados, Espondilosis
cuando son los cuerpos vertebrales, Espóndilo
artrosis cuando son las carillas articulares de
las vértebras, Protrusiones discales cuando
los discos intervertebrales se salen de su lugar
y se desplazan, Hernias de núcleo cuando
el disco se rompe y su contenido sale hacia afuera
comprimiendo estructuras vecinas, etc.
Todos los procesos mencionados
anteriormente están relacionados con una
pérdida de la estabilidad de la columna
vertebral y con una gran debilidad y alteración
de los músculos que la estabilizan. De
hecho, se ha podido determinar que la secuencia
en el origen de los procesos degenerativos de
la columna es generalmente iniciada por la pérdida
de la estabilidad de la columna debido a la falta
de fortaleza de sus músculos estabilizadores.
Ante esto, se ha comprobado científicamente
que, en casos de enfermedad degenerativa de la
columna (discopatías, artrosis vertebral,
protrusiones y hernias..), el trabajo físico
con ejercicios específicos como los de
la técnica Pilates orientados a fortalecer
la musculatura estabilizadora de la columna realizado
en forma periódica y sistemática
es capaz de devolver la estabilidad a la columna,
eliminando el dolor, mejorando su funcionalidad
y deteniendo el progreso del proceso degenerativo,
e incluso con retroceso de algunos signos como
reducción de la magnitud de las hernias
y de las protrusiones discales.
La técnica de ejercicios
Pilates, con la orientación profesional
adecuada, provee de una plataforma de trabajo
orientada a objetivos específicos de estabilización
espinal, con la incorporación a nuestro
repertorio inconsciente de nuevos patrones de
postura y movimiento, más naturales y eficientes.
¿QUÉ ES LA LUMBALGIA?
La lumbalgia se define como dolores en la
zona lumbar (de los riñones) de la espalda,
cuyos orígenes son muy variados.
Existen varios tipos de lumbalgias: agudas y crónicas:
Lumbalgias agudas:
Se trata de dolores lumbares producidos en un
momento puntual; normalmente por sobrecarga al
levantar un peso del suelo sin las precauciones
adecuadas, o por movimientos repetitivos o violentos
de flexo-extensión de la espalda. Se produce
en este caso, un sensación de "quedarse
clavado" en el sitio, sin posibilidad de
realizar movimientos de tronco sin que el dolor
sea intenso, notando en ocasiones un "chasquido".
Tiene un período de dolor aproximado de
1 a 2 semanas.
Lumbalgias crónicas:
Se produce cuando el período de dolor es
más prolongado, llegando incluso a 1 o
2 meses de duración o incluso mas, podemos
hablar de lumbago crónico. A diferencia
del lumbago agudo, este no aparece de una forma
repentina, sino que va instaurándose poco
a poco en el paciente hasta que se hace evidente.
Entre las causas del lumbago crónico podríamos
incluir a aquellas anomalías estructurales
de la columna vertebral que nos llevan a recaídas
continuas con dolor lumbar.
Son muchas las causas que
pueden producir una lumbalgia:
- Anomalías del raquis
lumbar: como consecuencia de una hiperlordosis
lumbar, espondilolisis lumbar, espondilolistesis
lumbar y estenosis o estrechamiento del canal
medular.
- Degeneración de los
discos intervertebrales: protusión y
hernia discal.
- Reumatológicas: artritis
reumatoide, espondilitis anquilosante, espondiloartrosis
lumbar, enfermedad de Paget, artrosis facetaria,
osteoporosis.
- Por stress: que se acumula
especialmente en la musculatura del cuello y
zona dorsal, entre los omóplatos o escápulas,
repercutiendo al mismo tiempo en la columna
lumbar.
- Por problemas musculares:
acortamiento de la musculatura posterior de
las piernas (músculos isquiotibiales),
debilidad o hipotonía muscular abdominal,
escasa elasticidad del músculo psoas
ilíaco, poca fuerza en musculatura paravertebral
de la espalda.
- Por sobreesfuerzo: produciéndose
contracturas musculares en musculatura lumbar;
por ejemplo, al levantar peso desde el suelo
sin tener la precaución de flexionar
ligeramente las rodillas.
- Consecuencia indirecta de otras
patologías de órganos internos:
enfermedades renales, ginecológicas o
urinarias.
- Circunstanciales: por traumatismo
directo, por embarazo (más a partir del
5º mes), o por quistes sebáceos
cerca de las vértebras lumbares que producen
opresión de las estructuras de la columna
y de los tejidos blandos.
- Ortopédicas: por acortamiento
de una pierna respecto a la otra (dismetría
de caderas), por una disfunción de la
articulación sacro ilíaca.
- Psicológicas: cuando
nos encontramos ante un problema específico
la respuesta de todo el cuerpo, así como
de la musculatura de la columna, es la de contraerse,
aumentando de esta forma el dolor. A mayor relajación,
menos problemas de espalda, ver Lumbago Psicogeno.
Los síntomas que
aparecen son:
- Dolor importante en musculatura
paravertebral lumbar y glúteos (parte
superior), con sensación de cinturón
de dolor, como si nos cortara el cuerpo en dos.
- Impotencia funcional parcial
de la espalda, en su movimiento de flexión
hacia delante, por producir dolor importante
en la parte baja de la espalda.
- En ocasiones la contractura
muscular paravertebral lumbar, hace que no podamos
sentarnos como lo haríamos habitualmente,
o no podamos caminar o no encontremos
Diagnóstico:
Independientemente de los dolores referidos por
el paciente, se aprecia claramente a la palpación
y presión de la zona afectada, las contracturas
musculares que provocan el dolor. Dichas contracturas
son la causa, pero no el origen; para lo cual,
en caso de lumbago crónico habría
que realizar las pertinentes pruebas radiológicas
para establecer el origen de las mismas.
Tratamiento:
Para determinar el tratamiento adcuado es necesario
diferenciar los diferentes tipos de lumbago.
- Lumbago agudo:
Normalmente se recomienda reposo en cama, a
lo sumo durante 48 horas, para después
ir incorporándose progresivamente y volver
a la actividad habitual paulatinamente (sin
sobreesfuerzos). Hoy en día se desaconsejan
reposos absolutos durante más de 2 días,
pues la recuperación posterior se vería
sensiblemente retrasada.
Durante esta fase de descanso inicial se aconseja
dormir de costado con las piernas flexionadas
(posición fetal), con un cojín
entre las 2 rodillas; o bien, boca arriba con
las rodillas en flexión. Se desaconseja
totalmente el dormir boca abajo, pues aumentaría
la curvatura lumbar, aumentando el dolor.
También se recomienda Fisioterapia para
aliviar el dolor y recuperar rápidamente
la funcionalidad. Además, puede ser necesario
la supresión medicamentosa del dolor
para lo cual se usará eventualmente un
analgésico-antiinflamatorio.
Una vez controlado el dolor y recuperada la
funcionalidad es aconsejable realizar ejercicios
aplicando la técnica del Método
Pilates, para conseguir la descompresión
y estabilización lumbo-pélvica,
y lograr el fortalecimiento abdominal y de la
musculatura extensora de la espalda, así
como estiramientos de la musculatura paravertebral
de la espalda, músculos posteriores de
las piernas (isquiotibiales) y músculo
psoas.
- Lumbago crónico:
Ante este tipo de lumbago, una vez realizado
el diagnóstico médico y descartada
una patología que requiera otro tipo
de tratamiento, como tumores, artritis reumatoidea,
artritis psoriática, hernias graves,
etc.. conviene aplicar ejercicios basados en
el Método Pilates, prescindiendo del
uso de medicamentos. El objetivo de las sesiones
de tratamiento mediante Pilates consiste en
lograr la adecuada estabilización de
la columna lumbar así como a la descompresión
y flexibilidad de sus estructuras, lo que asegura
una mejoría estable y duradera en el
tiempo, ya que mediante estos ejercicios se
trabaja sobre las causas del problema y no solo
sobre el síntoma dolor o espasmo muscular.
(Fuente:
Pablo Mag & Bersant Clinique)
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