El Cien es
uno de los ejercicios más básicos
y conocidos Método. Se trata de un ejercicio
respiratorio cuyo objetivo es reforzar la región
abdominal, estimular la circulación sanguínea
y preparar el cuerpo para el resto de los ejercicios.
POSICIÓN DE COMIENZO:
Tumbados hacia arriba (posición
supina) con las piernas flexionadas separadas
a igual anchura que las caderas. Los pies permanecen
en punta y separados de la colchoneta de tal modo
que las rodillas formen un ángulo recto
con el suelo y que nuestra zona lumbar permanezca
apoyada sobre la colchoneta.
Mantén los brazos extendidos y paralelos
al cuerpo apoyándolos sobre la colchoneta
con las palmas hacia el suelo de tal modo que
los hombros permanezcan relajados y alejados de
las orejas. Asimismo, reposa tu cabeza sobre la
colchoneta manteniendo el mentón ligeramente
entrado hacia el externón y la coronilla
apuntando hacia atrás para poder alargar
bien tu cuello.
Para separar la cabeza y parte alta de la espalda
de la colchoneta procede del siguiente modo:
Prepara el movimiento inspirando. Al exhalar hunde
el ombligo hacia la columna vertebral y separa
la cabeza y parte alta del cuerpo de la colchoneta
flexionando el tronco hacia las rodillas hasta
que la base de tus omóplatos presione sobre
la colchoneta. Al mismo tiempo que flexionas el
tronco, desliza tus brazos sobre la colchoneta
dirigiendo tus manos hacia los pies y, sin tensar
los hombros, eleva los brazos manteniéndolos
paralelos al suelo, hasta que las manos estén
al nivel de los hombros (o un poco más
bajas que ellos). Para no tensar el cuello mantén
la barbilla ligeramente entrada hacia el pecho
dejando el espacio de un puño entre cuello
y barbilla.
EJECUCIÓN DEL EJERCICIO:
Una vez hayas separado la cabeza y parte alta
de la espalda del suelo y, manteniendo la flexión
del tronco (sin bajar la espalda al suelo):
- Inhalando cuenta hasta cinco
subiendo y bajando enérgicamente los
brazos extendidos iniciando el movimiento desde
los hombros y procurando que no se tensen hombros
u omóplatos.
- Exhala en cinco tiempos realizando
el mismo movimiento con los brazos hundiendo
el ombligo hacia la colchoneta cada vez más
profundamente.
- Finaliza el ejercicio exhalando y devolviendo
la espalda y cabeza al suelo suavemente.
Durante el ejercicio concéntrate
en mantener tu tronco, cuello y cabeza inmóvil
y la mirada hacia tus rodillas. Imagina que tienes
un peso sobre tu adbomen y siente cómo
este peso presiona tu tronco hacia el suelo para
mantenerte bien estabilizado.
Repeticiones: Comienza
realizando unas cincuenta repeticiones de movimiento
de los brazos y aumenta tu secuencia progresivamente.
Con el tiempo y práctica, deberías
repetir cien veces el movimiento de ascenso y
descenso de los brazos.
CONSEJOS:
- La respiración ha de
ser cómoda y relajada. Además,
el movimiento de los brazos no debe tensar el
cuello ni la parte alta del cuerpo, para ello
mantén tus omóplatos estabilizados
y tus hombros relajados y abiertos.
- Controla que tu abdomen permanezca
contraído durante todo el ejercicio y
mantén en todo momento la flexión
de tu tronco con tu espalda separada del suelo.
- Si tu cuello sufre demasiada
tensión o sientes dolor en él,
apoya tu cabeza sobre una mano manteniendo el
codo bien abierto y realiza el movimiento de
ascenso y descenso con el brazo contrario durante
la mitad de repeticiones cambiando de brazo
a continuación para realizar las restantes
repeticiones.
VARIACIONES:
- En caso de que padezcas alguna
lesión en la zona baja de tu columna
o espalda o seas principiante en el Método,
realiza el ejercicio apoyando los pies en el
suelo de tal modo que tus pies y piernas permanezcan
separados y alineados con tus caderas.
- Si sufres de algún problema
en tus cervicales o parte alta de tu espalda,
realiza el ejercicio manteniendo tu espalda,
omóplatos y cabeza apoyados en la colchoneta
pero concéntrate al máximo en
hundir profundamente tu abdomen cada vez que
exhalas.
- Si por el contrario deseas
aumentar la intensidad del ejercicio (una vez
que hayas adquirido el dominio adecuado de tu
centro), junta tus piernas y estíralas
hacia el techo o en diagonal manteniendo siempre
tu zona lumbar apoyada en la colchoneta. Además
de ello, contrae tus glúteos y junta
la cara interna de tus muslos para así
poder estabilizar la parte inferior de tu espalda.
Realiza así el movimiento de ascenso
y descenso de los brazos conservando la flexión
de tu tronco y el alargamiento de tus piernas.
Pon mucha atención en mantener tu centro
fuerte y tu ombligo bien hundido hacia la colchoneta
y en conservar la estabilización de tus
hombros y escápulas durante todo el ejercicio.
(Autora: Ana Santos, Profesora
titulada en el Método Pilates - ©2005
/ Fotos: Stott Pilates)
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