|
3- El Método Pilates
en Rehabilitación (Dr. Enrique Bertossi Ferrari,
Bersant Clinique Instituto Médico)
La técnica Pilates de
ejercicios, base de nuestra plataforma de rehabilitación,
es tal vez, una de las técnicas de ejercicios
mas completa e integral que existe en la actualidad.
Es una integración armónica de acondicionamiento
físico y control conciente sobre la corporalidad
y el movimiento. La gran similitud existente entre
la plataforma de rehabilitación basada
en Pilates con el moderno concepto neuro-mecánico
de rehabilitación la convierten en una
técnica de plena vigencia y en progresivo
desarrollo en esta área.
La base del movimiento normal,
sin dolor, que permita todos los rangos de movilidad
y el uso de toda la capacidad funcional del sistema
músculo-esquelético, está
en la correcta alineación postural, la
estabilidad del sistema osteo-articular, el balance
y tonicidad del aparato muscular, y un eficiente
mecanismo de control neurológico denominado
control motor. Para el logro del objetivo de movimiento
funcional sin dolor hemos seleccionado y a veces
adaptado ejercicios de otras técnicas y
pautas utilizadas en rehabilitación como
Máckenzie, Williams, Bobath, MTB, Klapp
y otras, así también se han modificado
y adaptado ejercicios de Pilates para que cumplan
con los requerimientos propios de la rehabilitación.
De acuerdo al modelo propuesto
por Panjabi, investigador de la Universidad de
Yale, ampliamente aceptado para la columna vertebral
y que puede hacerse extensivo todo el aparato
osteo-articular en general, el sistema de estabilización
de las articulaciones de nuestro cuerpo posee
tres componentes básicos: Una parte activa:
muscular; una parte pasiva: Osteo-ligamentosa;
y una parte controladora que esta a cargo del
Sistema Nervioso Central.
Cualquier problema que afecte en forma
aislada o simultáneamente a una o a varias
partes de este sistema, conducirá inequívocamente
a la inestabilidad articular y a la pérdida
de la relación normal entre las estructuras
anatómicas de una articulación o
segmento corporal móvil. Esta situación,
denominada Inestabilidad, que es compensada en
primera instancia por los complejos mecanismos
de control y compensación existentes en
nuestro organismo, determinará en un período
de tiempo variable de una persona a otra, la aparición
de tensiones musculares y ligamentosas asociadas
a una pérdida de la relación de
cargas en las superficies articulares, lo que
desde el punto de vista clínico se traducirá
en malestar, dolor, limitación funcional,
y cambios anatómicos de las estructuras
involucradas, generalmente en este mismo orden
de presentación y en forma secuencial,
rara vez de aparición simultánea.
Así por ejemplo, la artrosis temprana,
las discopatías en la columna vertebral,
las tendinitis crónicas, etc.. sin duda
son favorecidas o provocadas por el desbalance
en el sistema estabilizador de las articulaciones
y constituyen manifestaciones relativamente tardías
de un proceso que puede llevar mucho tiempo de
evolución en el momento de hacerse sintomático.
El tipo de reeducación
motriz al que se orienta nuestro modelo de rehabilitación
basado en el control motor, está fundamentado
en el desarrollo de fuerza, elasticidad y tonicidad
muscular, sin acortamientos ni tensiones en los
músculos, con cero impacto, es decir,
sin golpes o movimientos bruscos cortados por
interrupciones repentinas, como ocurre por ejemplo
en ejercicios con saltos (step, trote, etc.).
El desarrollo de fuerza, tonicidad y flexibilidad
sin tensión se basa, en este modelo, en
el control conciente del movimiento, la fuerza
y la postura (control motor) con el uso intensivo
de un tipo de ejercicio o trabajo muscular, denominado
excéntrico. En este tipo de trabajo o contracción
muscular, el músculo hace fuerza en su
estado de elongación, es decir, estirado.
Cuando el músculo se ejercita de esta manera,
crece en largo y no en ancho como ocurre por ejemplo
cuando se levantan pesas o se trabaja contra resistencias
en las cuales el músculo para hacer fuerza
debe acortarse (por ejemplo, cuando doblamos el
antebrazo sobre el brazo para levantar un peso
desde el suelo).
El crecimiento del músculo
en longitud, no solo le permite tener mas fuerza,
sino además, y esto es un elemento fundamental
en el trabajo de rehabilitación, disminuye
la tensión sobre los tendones y también
disminuye la presión ejercida entre los
huesos de una articulación y sus estructuras
de sostén ( ligamentos, cápsulas
articulares, cartílagos).
El trabajo muscular excéntrico
se logra, en la técnica Pilates, gracias
al alto nivel de concentración y control
sobre los movimientos que exige la correcta
ejecución de la técnica y al uso
de implementos dotados de resistencias que ofrecen
una tensión variable y dinámica,
como la resistencia ejercida por los resortes.
Los resortes desde el punto de vista mecánico
tienen un comportamiento muy semejante a los músculos,
por lo que podríamos decir que los músculos
se ejercitan contra un igual.
El principal objetivo de
la aplicación de la técnica Pilates
en rehabilitación de problemas músculo-esqueléticos
es lograr la alineación corporal, la
tonicidad eficiente de la musculatura, el control
motor y el MOVIMIENTO FUNCIONAL SIN DOLOR.
Esto quiere decir que las personas con lesiones
o patologías del sistema músculo-esquelético
puedan moverse normalmente, controlando sus movimientos
y fuerzas, sin molestias ni dolor, con sus articulaciones
estables y un cuerpo estructuralmente alineado
y fuerte.
|
|
Los huesos del cuerpo se relacionan
entre sí en las articulaciones, para que estas
no sufran y no estén expuestas a lesiones o problemas,
es necesario que estén correctamente alineadas
y estables y así puedan realizar los movimientos
normales para los cuales están diseñadas.
Cuando existe un desarrollo asimétrico y no armónico
de los músculos que participan en un movimiento
articular, como ocurre en un ciudadano común
y corriente que realiza generalmente los mismos movimientos,
utilizando siempre los mismos músculos en desmedro
de otros, ( por ejemplo, cuando utilizamos nuestros
brazos habitualmente hacemos fuerza cuando doblamos
el brazo, levantar algo, apretar, etc., y muy rara vez
hacemos fuerza cuando lo extendemos, lo que lleva a
un crecimiento del bíceps, en desmedro de los
músculos de la parte posterior del brazo). Cuando
esto ocurre, algunos músculos tiran
mas que otros y la articulación pierde su alineación
y estabilidad ( los huesos se desplazan en posición
de reposo, y cuando se mueven lo hacen con una relación
anormal entre ellos), estos desplazamientos son a veces
mínimos, y no son detectados por el ojo humano,
pero los eficientes y precisos mecanismos de control
que tiene el cuerpo, si los detecta.
Entonces, el cuerpo en forma automática intenta
neutralizar estas pequeñas desviaciones,
y hace que algunos músculos comiencen a tironear
para tratar de corregir el problema. El músculo
que tironea termina contracturado y doloroso, ya que
no es capaz de generar la fuerza suficiente para neutralizar
al músculo que está mas desarrollado.
No es capaz de hacerlo cuando solo es un problema de
desbalance muscular y tampoco será capaz de corregir
una alteración en la anatomía de la articulación
una vez que esta se ha producido a consecuencia de una
inestabilidad mantenida en el tiempo (ej.: discopatía,
artrosis, etc.), generándose un verdadero círculo
vicioso que lleva al dolor y a la limitación
funcional crónica. Este mismo fenómeno
( la tracción mantenida del músculo sobre
el hueso donde se fija mediante el tendón) hace
que aumente la tensión ejercida sobre los tendones
y los predispone a lesiones con facilidad ( Tendinitis,
Tendinosis).
Por otro lado, en presencia de inestabilidad
las superficies de los huesos que articulan entre si
para permitir el movimiento, se acercan
o se desplazan y se relacionan en forma
imperfecta, lo que con el tiempo comienza también
a causar problemas de dolor y limitación para
los movimientos. Estos fenómenos pueden ocurrir
en cualquier articulación del cuerpo (rodillas,
hombros, codos, muñecas, vértebras de
la columna, etc.) y los principios de la rehabilitación
basada en la técnica Pilates operan de la misma
forma en cualquier parte del cuerpo, ya sea la columna
vertebral, las rodillas, los hombros, las caderas, etc.
El trabajo programado de los diferentes
grupos de músculos que participan en los movimientos
de los distintos segmentos corporales, donde existen
músculos agonistas (se contraen o hacen fuerza
para lograr un movimiento), antagonistas ( son los que
hacen el movimiento contrario y deben relajarse cuando
se contrae un agonista) y estabilizadores ( aquellos
que mantienen la articulación y los huesos en
una posición estable para que la fuerza ejercida
por los agonistas logre el movimiento y el objetivo
deseado), permite lograr movimientos fluidos, firmes,
con articulaciones estables. Uno de los elementos mas
importantes en el trabajo de estabilización articular
es la co-contracción muscular de agonistas y
antagonistas, lo que es otro factor esencial de la plataforma
de rehabilitación basada en Pilates.
La progresiva estabilización
de las articulaciones, que significa devolver a
las articulaciones su posición y alineación
normal, así como normalizar hasta donde sea posible
la relación de las estructuras articulares entre
sí ( separar huesos que estaban muy cerca entre
sí por mucha tensión muscular por ejemplo,
o alinear articulaciones que están desalineadas
por un desarrollo excesivo de un grupo muscular en desmedro
de otro), es uno de los pilares de la rehabilitación
basada en la técnica Pilates. Esta estabilización
se logra con la sincronía entre el trabajo muscular
programado y progresivo de todos los músculos
que participan en un movimiento determinado, la co-contracción,
el fortalecimiento dirigido a los denominados músculos
estabilizadores, la respiración, la concentración
y el control sobre los movimientos.
Los movimientos y ejercicios se realizan
en forma armónica y sincrónica con un
importante trabajo de respiración, para lo cual
también es fundamental un alto grado de concentración.
La participación de la respiración, controlada
a voluntad en forma consciente, en el movimiento y la
fuerza muscular, no solo determinan niveles óptimos
de oxigenación hacia el cuerpo y los músculos,
sino además permite alcanzar un alto grado de
relajación mental, llegándose en algunos
casos a niveles cercanos a los alcanzados durante la
meditación profunda.
Conforme a los principios de la Técnica
Pilates, el movimiento y la postura corporal normal,
se originan en la estabilidad y control de la región
Lumbo-abdominal a lo que Joseph Pilates llamó
el centro del cuerpo o Power House.
Esto, que a primera lectura puede parecer una afirmación
casi arbitraria, tiene uno de sus fundamentos en la
biomecánica del movimiento humano. Nuestro cuerpo
es un complejo sistema de palancas articuladas entre
sí. Para que un brazo de palanca se mueva o pueda
hacer fuerza, requiere que el otro permanezca estable
y fijo. Cuando, el sistema está formado por muchas
palancas dispuestas en serie, como ocurre en el cuerpo
humano, el movimiento de un brazo de la palanca se logrará
con la estabilidad del brazo de palanca inmediatamente
anterior, y la estabilidad de éste, requerirá
de la estabilidad del que está antes, y así
sucesivamente. Si comprendemos de esta forma la mecánica
del movimiento en el ser humano, no es difícil
concluir que, desde cualquier punto de nuestro cuerpo
que comencemos a descomponer el movimiento, vamos a
llegar siempre a la columna Lumbar. Con estudios electromiográficos
se ha demostrado que la activación de la musculatura
estabilizadora de la columna lumbar se produce antes
de que se contraigan los músculos que participan
en un movimiento del miembro superior, lo que vendría
a demostrar la observación hecha por Pilates
hace casi un siglo en forma empírica y casi intuitiva.
Cualquier esquema de rehabilitación
basado en Técnica Pilates, comienza por el trabajo
de estabilización y fortalecimiento de la región
lumbar, y desde ahí se va abordando la estabilidad,
alineación y fortalecimiento balanceado de los
otros segmentos corporales, lográndose finalmente
la corrección postural y la estabilidad del sistema
músculo-esquelético en su totalidad.
El objetivo del movimiento funcional
sin dolor se alcanza cuando hemos sido capaces de
incorporar a nuestro repertorio inconsciente nuevos
patrones de movimiento y postura, más naturales
y más eficientes, con articulaciones estables
y alineadas con musculatura fuerte, tónica, flexible
y balanceada. Todas condiciones básicas y fundamentales
en la técnica Pilates aplicada a la rehabilitación
músculo-esquelética.
Para información completa
sobre el Método Pilates y clases disponibles
visita nuestra web www.metodopilates.net
|
|