La estabilización
del núcleo o centro de energía (área
constituída por la zona abdominal, lumbar,
glúteos y caderas) es la clave de todo
el sistema de ejercicios de Pilates.
Consiste en la creación de un círculo
de fuerza alrededor de la parte central del tronco,
lo que es fundamental ya que los músculos
del centro del cuerpo son esenciales para la salud
de todo el conjunto corporal. De este modo, al
fortalecer los músculos de esta zona, se
logra reforzar y proteger a la columna y a los
órganos internos y así se obtiene
la capacidad de controlar las zonas inferior y
superior del cuerpo sin que por ello se deje de
proteger a la columna.
Los ejercicios de estabilización
del centro de energía de Pilates son muy
recomendados en caso de sufrir lesiones o desequilibrios
corporales ya que contribuyen a recuperar la correcta
alineación y postura natural de cada persona.
Además, este tipo de ejercicios también
permite estabilizar los músculos posturales
centrales, preparándolos para el adecuado
trabajo en las zonas alta y baja del cuerpo.
En los ejercicios de Pilates la estabilización
de la zona lumbar o zona baja de la espalda es
clave por lo que en ellos se tiende a reforzar
los músculos que componen esta zona, consiguiendo
un abdomen firme que protege y sostiene la parte
baja de la espada.
Además, la importancia del control de la
pelvis para la estabilización del núcleo
o centro de energía es vital, siendo además
el apoyo y base del trabajo del resto de músculos
del cuerpo. Por ello y, dada la gran importancia
de la correcta alineación de la pelvis
para conseguir la alineación adecuada del
cuerpo, el control de la base de la pelvis es
el punto de inicio de la mayoría de los
ejercicios de Pilates.
La técnica de los ejercicios
de Pilates se fundamenta en la estabilización
de la pelvis y de la zona lumbar, tanto en una
posición "neutral" o natural
de la pelvis como en la posición tumbado
con la zona lumbar pegada a la colchoneta, lo
que se denomina "imprint" o imprimida.
Estando tumbado en posición
supina (boca arriba) sobre la colchoneta con las
rodillas flexionadas y los pies apoyados en el
suelo, la posición neutral de
la pelvis se produce cuando el plano formado por
el triángulo existente entre las dos crestas
ilíacas (parte anterior y superior de la
pelvis) y la sínfisis púbica (pubis)
es paralelo a la colchoneta. Esta es la posición
óptima y más estable para la ejecución
adecuada de los ejercicios de Pilates.
Es bastante común que, estando en esta
posición se presente una curva natural
en la zona baja de la espalda que diferirá
entre unas personas y otras según su grado
de lordosis existente. En caso de que esta curvatura
sea demasiado acusada, es recomendable empujar
ligeramente el pubis hacia el techo para corregir
esta curvatura natural y así lograr mayor
estabilidad durante la ejecución de los
ejercicios. No obstante, en ocasiones y, en función
del grado de curvatura de cada persona, es posible
que al rotar ligeramente el pubis hacia arriba
para tener mayor estabilidad en la zona baja de
la espalda, aún exista un pequeño
espacio entre la columna y la colchoneta. En este
caso (y en general) no es necesario presionar
en exceso la espalda sobre la colchoneta para
corregir esta curva natural ya que esto podría
originar un estrés innecesario en el cuerpo.
En definitiva, como regla general para poder percibir
cuándo debemos rotar la pelvis hacia arriba
estando en posición de pelvis neutra, es
conveniente observar si al contraer los músculos
abdominales se siente algún tirón
en la zona de los músculos extensores del
área lumbar, entonces es cuando se recomienda
empujar ligeramente el pubis hacia arriba para
así permitir una ligera relajación
de los músculos extensores de la espalda.
A continuación te presento algunos ejercicios
para lograr la correcta colocación de la
pelvis durante los ejercicios de Pilates:
En todos estos ejercicios la posición inicial
es tumbados hacia arriba (posición supina)
con la espalda apoyada sobre la colchoneta y la
columna neutral manteniendo sus curvaturas naturales.
Las rodillas están flexionadas y los pies
paralelos y apoyados en la colchoneta manteniendo
las piernas separadas a igual anchura que las
caderas. Los brazos se colocan extendidos a los
lados de la colchoneta con las palmas de las manos
hacia el suelo.
1-Balanceo pélvico:
Consiste en realizar un balanceo o movimiento
de la pelvis hacia arriba (inspirando) y hacia
abajo (exhalando) para así poder calcular
el rango de movimiento de la pelvis hasta llegar
al punto intermedio entre las dos posiciones,
que será el punto de posición neutral
de la pelvis.
2-Balanceo de neutral a completamente
paralela al suelo:
Una vez hayas encontrado la posición neutral
de la pelvis, mantenlo y, una vez allí,
inspira (recuerda tu respiración torácica
de Pilates extendiendo tus costillas hacia fuera).
Al exhalar, contrae tu abdomen y rota ligeramente
la pelvis hacia arriba para pegar tu columna (y
tu ombligo) a la colchoneta. Manteniendo esta
posición, inhala (sin dilatar tu abdomen)
y al exhalar aproxima tu ombligo a tu columna
y rota tu pelvis hacia abajo pasando ligeramente
de la posición neutral.
Realiza 3-5 repeticiones de este balanceo y al
final descansa dejando tu pelvis en posición
neutral.
3-Deslizamiento de piernas:
Manteniendo la posición neutra de tu pelvis,
inspira y al mismo tiempo desliza tu pie derecho
hacia abajo alargando tu pierna derecha en línea
con tus caderas. Intenta no perder tu estabilidad
pélvica mientras alargas tu pierna. Al
exhalar devuelve tu pierna derecha a la posición
original (con la rodilla flexionada hacia el techo
y el pie apoyado sobre el suelo).
Realiza 3 repeticiones de este ejercicio con cada
pierna y luego otras 3-5 repeticiones con las
dos piernas a la vez procurando no perder la alineación
correcta de tu cuerpo.
4-Elevaciones de piernas:
Partiendo de la misma posición inicial
que en el ejercicio anterior y manteniendo tu
pelvis neutra, inspira llevando el aire a los
laterales de tus costillas para preparar el ejercicio
y al exhalar eleva la pierna derecha manteniendo
tu rodilla flexionada asegurándote de que
no pierdes tu estabilidad pélvica.
Realiza 3 repeticiones de este ejercicio con cada
pierna y luego otras 3-5 repeticiones con las
dos piernas a la vez intentando mantener en todo
momento tu pelvis en posición neutral.
(Autora:
Ana Santos, Profesora titulada en el Método
Pilates - ©2005)
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